Fui tonta lo sé, quise entrar en tu maldito juego. Jugar a querernos, ¿Quién juega a eso? A abrazarse, morderse, besarse... Quisiste jugar y yo acepté. Un juego especial, jugar a celebrar los meses juntos, a decirnos te quieros y susurrarnos cosas bonitas al oido. Un juego sin limites ni condiciones, y solamente una norma: El que se enamore pierde. Y tengo que decirte una cosa sobre tu maldito juego. Has ganado.
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