martes, 4 de octubre de 2011

La única manera de librarte de la tentación, es caer en ella.


Me seduce, esta volviéndome loca. Me mira, le miro, sonríe, sonrío. Me encanta. Sé que no debo caer, pero no puedo evitarlo. Cada parte de su cuerpo me está llamando. Se acerca, me voy, me sigue. Ando más deprisa, no debo caer, me hará daño. Sigue detrás, empiezo a correr; corre él también. Me alcanza, me agarra de la cintura y me estrecha contra él. Es demasiado tarde, siento su respiración agitada, mi pulso se acelera, mi corazón se desenfrena, le deseo, más que nunca. Pero ya sabes lo que dicen…
La única manera de librarte de la tentación, es caer en ella.

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